Beyond Fire~

Wednesday, November 21, 2012

Capitulo 3.Pienso en Jake

¿Qué he hecho?
Mis manos están llenas de sangre que se mezclan con mis lágrimas.Yo no quería matarle,no quería...
Debería matarme aún que puedo.Ofrecerme a los profesionales,seguro que Rosse y Drake se frotarían las manos si me diera a matar.Snow lo celebraría,habría ganado su estúpido juego.Yo moriría,y ganaría un verdadero asesino,no la niñata tonta del cinco.
Me acurruco en una de las paredes rocosas y hundo la cabeza en las rodillas,y estallo a llorar.No me importa si alguien me oye,necesito liberar todo lo que llevo dentro.

Lloro hasta que se me acaban las lágrimas y el oxígeno,así que me detengo lentamente,entre pequeños sollozos.Me seco las lágrimas con los puños y salgo a gatas de la cueva.
Está anocheciendo,pronto sonará el himno y los que han muerto hoy se verán por última vez reflejados en el cielo,y se perderán para siempre en la noche.Entre ellos estará Ulrich,su acto de valentía y sacrificio será recordado en mi distrito durante bastante tiempo.Al menos se que será recordado como un héroe.
¿Qué seré si muero yo?¿La enamorada del cinco?¿El blanco conseguido de los profesionales?Puede que ambas cosas,pero no quiero pensar en ello,no puedo permitirme pensar que voy a morir.
Mi estómago ruge con fuerza,pide comida y rápido,pero salir con tan poca luz es peligroso,y si enciendo una hoguera puede ser mi condena,sería una forma de decir "Eh,Drake,Rosse,estoy aquí.¿Comemos?"
Río un poco imaginándome la escena,pero pronto la borro de mi cabeza.Me pongo un límite para avanzar,los pies de la montaña,y preparo el arco con una flecha en tensión.Afino el oído,solamente se escucha el viento.Hace horas que no suena un nuevo cañonazo,lo cual significa que todos estarán reponiendo fuerzas o celebrando que han sobrevivido las primeras horas y sus posibilidades de vencer.Ingenuos,no han sabido de las apuestas.
Me pongo a caminar muy lentamente,intentando hacer el mínimo ruido,atenta a todo lo que sucede a mi alrededor.Se escuchan pájaros,e intento divisar alguno,apuntando con mi flecha al cielo.
Pero un grito desgarrador los espanta y un cañonazo ensordece mis oídos.Me quedo tensa,mi vello se eriza y el miedo me recorre toda la columna.

Y es que ese grito ha sonado tan cerca...

Unos arbustos se mueven a la lejanía,veo una sombra que se acerca a paso decidido.Es una chica,tiene el pelo largo,suelto a media espalda.
Chica,pelo largo,suelto,chica,pelo largo,suelto.¿Rosse?Las demás lo llevaban recogido,pero pueden habérselo soltado.Pero no,no puede ser ninguna otra,pues anda con seguridad y sostiene un cuchillo en la mano.No hay duda,es ella.Tenso la flecha de nuevo y disparo hacia ella,pero la esquiva y lanza el cuchillo hacia mí,que me corta superficialmente en el brazo.
-Ya veo como tratas a tus aliados-escucho.No es Rosse,es Rubi.Me siento aliviada de repente,corro hacia ella y la abrazo con fuerza,encontrando algo de consuelo cuando ella me devuelve el abrazo.
-He matado a Mitch-digo con la voz entrecortada,intentando no llorar.
-Y yo a Raquel,Axel y Jade-dice rodando los ojos,como si no le importara-Bienvenida a los Juegos del Hambre,Sel-me dice cuando la suelto.Me froto los ojos,seguro que en el Capitolio verán que somos opuestas:una profesional decidida y una chica asustada por su primer asesinato.
Pero Ellery me consiguió una imagen,no puedo echarla por tierra.
Asiento con la cabeza y me rozo el brazo,que sangra levemente,pero no es importante.Me mira de arriba a abajo y a mi alrededor.
-¿Y tu chico?No sabe que somos aliadas,no quisiera matarle por un malentendido-murmura,mirándome de medio lado.Niego con la mirada y bajo la cabeza,evitando mostrar que mis mejillas se han enrojecido.
-Ya no somos aliados-digo en voz baja,mirando de nuevo el camino a la cueva-Y no es mi chico

Caminamos en silencio hacia la cueva y me ayuda a rodar la piedra de modo que la apertura queda cerrada.Sabe bastante sobre supervivencia,ya que en apenas cinco minutos a conseguido encender una hoguera en la parte más alejada a la emtrada.Es bastante grande,unos cien metros de largo y dos de alto y ancho,lo suficiente para que la luz de las brasas no se vean desde fuera.Rubi ha cazado dos conejos,y mientras despedaza uno yo me encargo de mantener viva la llama,echando hojas a su alrededor.
-Así...que habéis roto-me dice de repente sin mirarme,terminando de arrancar la carne cruda del hueso,arrojándolos junto a un charco de sangre,escena que me parece asquerosa y me dan gamas de vomitar.Sacudo la cabeza,mirándola de reojo.
-Sigue esperándome
-No me refería a Will-dice sonriente,sentándose a mi lado.
-No tengo nada con Jake,si es a lo que te refieres,y es William,no Will-digo en tono borde.Ella se ríe y me pasa el brazo por encima del hombro.
-No aprendes,Sel-dice separándose-Te gusta,lo sabes.
-¡No me gusta!-grito,cruzándome de brazos.Rubi vuelve a reirse,y se pasa tras la oreja su largo pelo rubio.
-Ya,lo que tu digas-dice,y deja por zanjado ese tema.Me siento tonta,ahora todos pensarán que Jake y yo éramos más que aliados.No quiero pensar en qué sucederá si William también lo piensa.Bajo la mirada al anillo y lo hago rodar en mi dedo,hasta que me lo quito y leo de nuevo la inscripción.Suspiro y me lo pongo de nuevo,lo último que quiero es perderlo.

Poco después,la carne de conejo está tostada y sabrosa,y mientras yo me lo como lentamente,Rubi se lo come en apenas cinco minutos.
-Sí que tienes hambre-sonrío cuando termina su último trozo de carne.Ella sonríe y se limpia la boca con la manga.
-Ya,esto cansa-ríe,llevándose las manos al estómago.Ambas reimos,y de repente escuchamos una música:El himno de Panem.
Los fallecidos de hoy.Corremos y apartamos la piedra lo suficiente como para ver el emblema del Capitolio y tras él,todos los que nos han abandonado hoy:
Entre ellos está Liam.
Los ojos de Rubi se cierran,evitando ver la última imagen de su compañero de distrito.Esta es una de las pocas veces que un profesional muere el primer día.
Los dos tributos del 3.
Ulrich.
Los dos del seis.
La chica del siete.
El chico del ocho,Mitch.
-Lo siento-murmuro cuando su imágen se desvanece.
La compañera de Jake.Cruzo los dedos para que su rostro no aparezca,pero por suerte no lo hace y saltan al siguiente distrito.
El chico del diez.
El chico del once.
Las caras de Alisa y Alexander no aparecen por ningún lado.

El himno finaliza y nos quedamos en silencio,mientras Rubi cierra de nuevo la cueva con cara de tristeza.Se llevaba muy bien con Liam,su muerte le ha afectado.
-Lo siento-murmuro,pero ella niega con la cabeza.
-El hecho de que gane uno significa que haya visto morir a veintitres.Gane quien gane,deberá cargar toda su vida sabiendo que sus amigos murieron sin poder hacer nada para salvarles-son sus palabras,luego se acurruca en un rincón al fondo,sobre las piedras.Gira la cabeza en dirección contraria a mí y escucho como llora en voz baja.Me muerdo el labio inferior y cojo mi mochila,ofreciéndole el saco de dormir.
-Estarás mejor que sobre la piedra-digo con una sonrisa de medio lado.Ella lo acepta,secándose las lágrimas,y se coloca sobre él.
-¿Y tú?-me pregunta antes de tumbarse.
-No dormiré aún-digo negando.Me acerco a la pequeña hoguera y coloco las manos sobre ésta,que me transmite algo de calor.Dos cosas vitales han sucedido hoy:
La buena,es que sobrevivido al primer día.La mala,es que tengo a una profesional durmiendo a mi lado.Por un momento dudo en si debería acabar con esta absurda alianza y con su vida,pero la necesito si quiero llegar lejos.
Además,no quiero cargar con dos muertes.

Han pasado dos horas aproximadamente.Rubi sigue durmiendo y yo no consigo que mis ojos se cierren,sino que se pierden en las llamas que han menguado de tamaño hasta un nivel casi inexistente.Las apago pisándolas con el pie y decido salir fuera.
El cielo está despejado,la luna ilumina toda la arena.No hay señal de que alguien esté despierto,así que me permito dejar el arco en la entrada,a unos dos metros de mí.Me siento en el borde y pierdo la mirada en el bosque,y doy un repaso a mis últimos dias.Y,sorprendentemente para mí,evidentemente para el Capitolio,en la mayoría está Jake.El momento en que me abrazó cuando me vine abajo,cuando le dijo a Alissa que cuidase de mí en caso de que le pasara algo...la mirada de desprecio cuando le negué la palabra.
Fui idiota.
Pensé tanto en mí misma...que no me paré a pensar en él.Puede que Alissa estuviese en lo cierto,puede que de verdad le gustase y que aceptase la alianza por ese motivo.De ser así...Necesito dar con él.Asegurarme de que está bien.
Pero,de haber querido continuar conmigo,¿Me habría abandonado a mi suerte esta mañana?Me retengo las ganas de levantarme y partir en su búsqueda y cierro los ojos,dejando que la leve brisa mezca mi pelo sobre mis mejillas.
-Pero no ha nacido para morir...-la canción que me enseñó Javier me sale sola-Ha nacido para ganar...-el final es lo que más me gusta,ya que puedo usarla con doble sentido.O no,puede que no lo tenga,puede que de verdad esa niña venciera unos Juegos.En cualquier caso,decido que eso será algo parecido a mi lema.
De repente,escucho un tintineo,algo parecido a un cascabel:un paracaídas.Me apresuro a alcanzarlo con la esperanza de que lleve algo que me ayude a ganar,pero esta misma se desvanece cuando en el paquete veo grabado un 1.Es para Rubi.Me quedo dudando unos instantes y finalmente la curiosidad me puede.Lo abro,y dentro hay un pequeño pastillero con quince pastillas,una por cada día que debería durar la arena.Me quedo quieta,observándolas.Puede que Rubi sea floja de salud y las necesite,o que por otro lado esté siendo ayudada por sus patrocinadores a base de energías extras del Capitolio.En cualquier caso,son para ella,así que lo cierro y coloco el paquete a mi lado,volviéndome a sentar.
-Podrías aprender de ellos,Ellery-sonrío mirando al cielo.
Y,ante mis risas provocadas por la ocurrencia y diez minutos después,una manchita negra cae del cielo,un paracaidas con una nota:
"No pidas un peligro extra.Y sonríe,vencedora,no te permito estar triste.E&F."
Una nota de Ellery y Friday.
¿Un peligro extra?¿A qué se refiere?Puede que mi teoría sobre la salud de Rubi sea cierta,así que me encojo de hombros y me guardo la nota en un bolsillo de la chaqueta.
Poco a poco,noto como el sueño y el cansancio se apoderan de mi cuerpo,así que regreso,sellando de nuevo la entrada.Me coloco junto a Rubi en el pequeñisimo espacio de saco libre y pongo la mochila a modo de almohada y mi chaqueta como manta.Cierro los ojos,y una de las frases de Rubi se recrea a traición en mi mente.
"Te gusta,lo sabes"
-Puede que sí-murmuro para mí misma,casi en el límite con el mundo de los sueños-Cuando estoy triste,nerviosa o asustada,pienso en Jake.

No comments:

Post a Comment