Beyond Fire~

Friday, October 19, 2012

Capítulo 22

Me quedo un rato pasando de un lado a otro del plato el poco puré que me he servido.Tengo el estómago cerrado,y lo único que he podido tomar son dos cucharadas de arroz y un par de patatas pequeñas,de las cuales me he dejado media.Se que si sigo comiendo vomitaré,me pasa siempre que me obligo,pero debo hacerlo si quiero tener fuerzas mañana.
Mañana...
Noto un miedo interior que hace que la comida ingerida ascienda rápidamente hasta mi boca,dándome el tiempo suficiente para llegar al lavabo y echarlo todo.Estoy mareada,tengo frío.
Me limpio la boca con abundante agua fría y me miro en el espejo.Estoy blanca,lo único que tengo de color es el del maquillaje de Isabelle y los reflejos de las piedras de Friday.
Quiero pensar que todo esto son nervios,que no he enfermado de verdad a apenas doce horas de los Juegos.
Yo y mi sentido de la oportunidad.
Camino arrastrando los pies hasta la cama y me tumbo boca arriba,intentando que mi estómago se recupere y mi mareo desaparezca.Mientras tanto,me voy quitando casi a ciegas las piedrecitas,dejándolas caer en el lateral de la cama.
Cuando ya me he desprendido de todas,me quito el vestido con cuidado y lo dejo bien colocado sobre la cama.Cojo una toalla que hay sobre la mesa y entro en el baño.
Cuando abro el grifo,me quedo un rato con la mano bajo el chorro de agua helada,perdiéndome en mi mundo interior.
Lo que pueda estar pasando en mi distrito tras mi entrevista lo conoceré si gano,así que me propongo ganar,o en su defecto,intentarlo al máximo.Además,no quiero dejar a William viudo a los 18.¿Lo puedo considerar así?¿Viudo?Aún no estamos casados,pero siempre nos hemos comportado como si lo estuviésemos.Teníamos planeada toda la vida:donde viviríamos,a qué se dedicaría cada uno...incluso teníamos decididos los nombres de nuestros hijos.Si era chica,Desirée.Si era chico,Damian.Supongo que ahora todo eso depende de mí.Pero...¿Quién me asegura que tras ganar los Juegos todo siga igual?Quiero decir,puede que William no tuviera esperanzas en que regresara,y que se olvidara de mí.Eso significaría que cualquier otra podría ocupar mi lugar en su vida.
No voy a permitirlo.
Vuelvo al mundo real y abro el agua caliente,y entro de lleno en la bañera.Me lleno la cabeza de champú varias veces,deshaciendo por completo el trabajo de Isabelle en mi pelo.Me enjabono con fuerza con el gel con aroma a jazmín,quitándome los restos de maquillaje y pegamento de las piedras de la piel,dejándola más limpia que antes.El esmalte de mis uñas se ha caido con el agua,pero es algo de lo que puedo prescindir.
Me sumerjo varias veces,haciendo burbujas con el aire que me queda en los pulmones y me doy el último repaso bajo el grifo de agua caliente,que me quita hasta la última gota de jabón de mi piel.Salgo y me cubro con la toalla,y rápidamente entro en mi habitación,buscando mi pijama.Lo encuentro debajo de la almohada y me lo pongo,vigilando la puerta por si alguien apareciese,pero no ocurre y consigo vestirme sin ser vista.Es extraño,normalmente esto está lleno de gente,pero ahora está desierto.Tendrán alguna reunión,o algo por el estilo.

Camino descalza y con el pelo mojado por el piso cuando me encuentro a Ulrich en las mismas condiciones que yo,despeinado y con el pantalón del pijama,sin camisa dejando ver las marcas de las quemaduras del campo de fuerza,sentado en la mesa frente a un plato vacío con restos de tomate.
-Hey-sonríe al verme,invitándome a sentarme a su lado.
-Hola-murmuro colocándome los mechones mojados tras la oreja.
-Enhorabuena-me dice alegremente,cogiéndose un plato de pasta.
-Gracias-digo en el mismo tono,observando la voracidad con la que come.Sin embargo,veo esa chispa de miedo en sus ojos.
Está intentando no pensar en que mañana morirá.
-Oye...no tienes porqué hacerlo-le digo seriamente,colocando mi mano sobre la suya-Quiero que tengas la misma oportunidad que yo de ganar
-¿Para qué?¿Para morir a manos de los profesionales dos minutos más tarde?Lo tengo decidido-dice serio,apartando los cubiertos hacia un lado-Le pometí a William que...
-Me protegerías-le interrumpo-Y matándote a tí mismo solo estarás rompiendo esa promesa.Yo puedo morir en cualquier momento,asesinada,de hambre o de frío,y no servirá de nada lo que hagas-digo casi con crueldad,intentando que se de cuenta por sí mismo del error que comete.Pero él niega con la cabeza y me aprieta la mano.
-Tú tienes gente esperándote en casa,yo no tengo a nadie.Tienes a tu madre,a tus hermanos,tienes a William y una propuesta de matrimonio.Sin embargo yo...-dice,acariciándome los dedos con uno de los suyos-Por favor Selene,no pude elegir como vivir...déjame elegir como morir-me dice casi con lágrimas.Debe de haber ensayado esa frase,porque consigue emocionarme hasta el punto de levantarme y abrazarle con fuerza.
-Estás loco-le susurro,apretando mis brazos en su espalda.

Pasan varias horas y la situación ha cambiado por completo.Ulrich y yo estamos en el sofá,viendo en la televisión el resumen de las entrevistas.Ponen más detalles en la mía,la de Rosse y la de Drake.Ya saben quienes darán más juego.
Estoy con la cabeza apoyada en las piernas de Ulrich,que se ha quedado dormido mientras me acariciaba el pelo,como William solía hacer hasta poco antes de la cosecha.Me levanto con cuidado para no despertarle y me dirijo hacia el ascensor,necesito aire fresco.

No soy la única que no puede dormir.
Las chicas del seis y del siete están sentadas en mitad del pasillo,hablando de la vida en sus distritos.Puedo distinguir que la del siete es buena con el hacha."Claro,el siete se encarga de la madera",pienso para mí misma,pasando por delante de ellas,que se callan al verme.
Camino descalza por el suelo cubierto por la moqueta grisacea y llego a la puerta de la terraza...pero ya se me han adelantado.
Jake y Alissa.
No quiero cruzarme con Jake,así que me quedo tras la puerta,escuchando la conversación.
-Tu corre lejos,nosotros iremos a buscarte después del baño de sangre-le dice Jake.La tiene abrazada por detrás,del mismo modo que yo anoche.En un abrazo,le acaricia la cabeza,echándole hacia atrás su largo pelo rubio.
-¿Y Selene?-dice ella confusa.Jake cesa sus caricias y suspira.
-Algo me dice que no quiere estar conmigo-dice en voz baja,cogiendo las manos de Alissa y comparándolas con las suyas.
-Yo creo que sí-dice ella,cerrando los dedos en su mano,de forma que quedan entrelazadas-Quiere estar contigo,pero su mentor no la deja-dice.No puedo evitar reirme,algo que Jake hace casi al mismo tiempo que yo.
-A su mentor le voy a pegar un guantazo que...-ríe,omitiendo el final,al parecer poco adecuado para hablar con una niña de doce años-¿La protegerás por mí?-dice sonriente,apoyando su barbilla en su cabeza.Alissa asiente en silencio,y se quedan callados,mirando las iluminadas calles del Capitolio.Jueguetean con las uñas de sus manos,se ríen y abrazan,como dos hermanos.
Como Javi y yo.
He pensado en todos estos días,menos en él.
Ojalá él estuviese aquí conmigo.Bueno,no,está mejor en casa cuidando a los gemelos y a mamá.Pero de estar aquí,sabría como animarme,como hacerme sonreir sabiendo que en pocas horas puedo morir.
Le echo tanto de menos...y ver a Jake y Alissa me hace extrañarle más.Sacudo la cabeza y me aparto de la puerta,dejándome caer al suelo,con la espalda pegada a la pared.Me quedo en silencio un rato,mirándome las uñas de los pies,aún pintadas para la entrevista.Miro mi anillo y suspiro,mirando hacia el techo.Estoy demasiado inquieta,y a cada minuto que pasa lo estoy más.Minuto no,segundo.Aunque tengo una buena estrategia y gente que me ayude,no puedo evitar pensar en que algo puede salir mal y morir en el baño de sangre.Debo pensarlo todo con cautela antes de actuar.
Oigo unas voces y me levanto rápidamente,pensando que son Jake y Alissa,pero vienen del otro extremo del pasillo y son de dos personas mayores.
Snow y el vigilante jefe.
Echan a las chicas del seis y siete y se dirigen hacia mí,con una mirada un tanto extraña.
-Le gusta más el pasillo que su planta,¿no es cierto jovencita?-me dice el vigilante,cruzándose de brazos.Yo agacho la cabeza sin saber qué decir.
-No podía dormir-murmuro finalmente,aunque no es una excusa muy buena,ya que me mandan de vuelta a mi habitación.
Cuando paso por su lado,Snow y yo cruzamos las miradas.Él con orgullo y arrogancia,yo con venganza y decisión.
Antes de pasar a otro pasillo,veo como les llaman la atención a Jake y Alissa,que salen entre risas de la terraza.
Me apresuro a llegar al ascensor antes que ellos y lo consigo por poco,cerrándose la puerta cuando ellos asomaban el pasillo anexo al ascensor.Me quedo mirando el panel de botones.¿Desde cuando hay azotea?No dudo en pulsar el botón,no quiero regresar tan pronto a mi habitación.
La azotea es del mismo tamaño que mi piso.Tiene un pequeño muro de un metro de alto,está cubierta con césped artificial y tiene varias macetas con flores de todo tipo:rosas,claveles,amapolas,lirios...
Y jazmines.
Me acerco lentamente a la planta y la rozo con los dedos,dejando que el aroma modificado entre por mi nariz,transportándome al día de la cosecha.Lo veo todo con claridad,estoy en casa de los Glasse.Me veo a mí misma,cogiendo a Sussane en brazos,entrando en casa.A William tapándome los ojos.A mí descubriéndole y besándole.Ese momento en el que fui feliz.
Me separo de la planta y la conexión de mi mente con la irrealidad se corta,dejándome ver dónde estoy realmente:En una batalla a muerte.
Es increíble como mi imaginación me traiciona de esta manera,mofándose de mí con los recuerdos más dolorosos en estos momentos.
-Veo que no sabe obedecer una norma-escucho a mis espaldas.Me levanto de golpe,petrificada al identificar la voz de Snow.Sin girarme,siento como mi respiración se corta,pensando en que ha subido hasta aquí para tirarme desde el piso más alto.Me giro con cuidado,a la defensiva y con miedo.
-Yo...lo siento-murmuro.¿Lo siento?Para nada.Quiera decirle por donde podía meterse sus estúpidas normas y sus estúpidos juegos.Pero no,acabo de comprender algo vital que he pasado por alto estos días.

Él es el que decide quién gana.

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